DATSUN

No chavo, si yo antes veía esos carros y los veía de lujo, nosotros éramos muy pobres, recuerdo que mi primer vehículo lo compré cuando tenía catorce años. Te voy a contar.

Un día estaba con mi hermanito y fuimos a buscar trabajo para sacar una lana, se nos ocurrió ir a ver a un vecino que tenía un terreno enorme, él lo quería desmontar así que le ayudamos. Nos pusimos a desmontar el terreno y estaba grande chavo, en serio tenía como 200 metros de fondo por 90 de ancho, estaba grande. Allí había una camioneta Datsun estaquitas toda jodida, la carrocería estaba como de lado, en serio se iba de lado esa camioneta. El señor me dijo que no arrancaba, que el motor estaba jodido, no sirve, me dijo. Después de que terminé de limpiar el terreno le pregunté a la patrona cuánto pedía por la camioneta y se empezó a reír. Me dijo, no sirve, si quieres llevártela ve cómo la sacas, a lo mejor y arranca. Cuando el marido de la señora escuchó que me iba a llevar la camioneta me pidió 500 pesos, su mujer le dijo: exageras, esa cosa ya ni sirve ¿cómo la vas a vender? Pos si, que me pague algo aunque sea, le contestó el señor. Yo hice mis cálculos, él me iba a dar mil pesos por desmontar su terreno así que le daba 500 a él y nos quedábamos con 500. Acepté el trato y el señor me dio los papeles de nuestra nueva camioneta. Mi carnalito y yo estábamos bien felices con nuestra camioneta que estaba toda destartalada, de suerte arrancó y nos la llevamos, no te miento chavo el volante se iba de lado y toda la camioneta se ladeaba, estábamos bien alucinados era nuestro primer carro. Yo dije que con los 500 pesos nos alcanzaba para arreglar la nave y ponerle gasolina, pero no nos alcanzaba así que le llenamos el tanque. Un día nos lanzamos hasta Mahahual Chavo, en esa nave, me acuerdo que iba a 40, salimos a las cuatro de la mañana y llegamos a las 10 de la mañana a Mahahual, viajamos 6 horas chavo. Fuimos a comprar cocos para vender, allá nos los vendían a un peso y los vendíamos en tres pesos. Compramos 500 cocos así que le íbamos a sacar a los cocos mil pesos. Recuerdo que fuimos a recolectar los cocos que nos habían vendido y de paso recogimos cocos que había tirados por allí. Imagínate chavo veníamos en la camionetita toda jodida, ladeándose y llena de cocos. Cuando íbamos en la carretera nos paró un policía federal que estaba en un retén, nos detuvo y me preguntó por el vehículo y por los cocos, me dijo que tenía que comprobar de dónde había sacado esos cocos y que si no tenía la manera de hacerlo que me tendría que decomisar los cocos y mi camionetita, yo me resistí, le dije que había comprado 500 pesos de cocos y no tenía porque quitármelos porque era para ganarme la vida. Como no le pude comprobar de dónde había sacado los cocos me dijo que le diera la camioneta y los cocos, justo en ese momento llegó un superior del policía ese y le dijo: ¿no te da vergüenza? ¿Cómo te atreves a quitarle sus cocos a esos muchachos. Déjalos ir. De verdad que no tienes vergüenza, esto es un descaro, de verdad que es el colmo. Es definitivo, ¡no tienes madre cabrón, me cae!

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